Evaluaremos tu estado de salud y te exploraremos para ver la forma, características de tus tejidos como la piel, areola y el tamaño de tus mamas para decidir que tipo de técnica necesitas.

La incisión para realizar la cirugía, dependiendo la técnica, podrá estar alrededor de la areola y se podrá extender hacia abajo y hacia el surco submamario para disimular la cicatriz. Esta quedaría en las líneas naturales de la mama. También te explicaremos los posibles riesgos y complicaciones de la cirugía.

Te solicitaremos exámenes de laboratorio para corroborar tu estado de salud y, de requerirse, te pediremos un estudio radiológico (mastografía o ultrasonido). Te entregaremos un instructivo con las indicaciones precisas previas a tu cirugía, como el dejar de fumar, no ingerir drogas ni algunos tipos de medicamentos como antiinflamatorios o aspirinas y otros.

Esto lo valorara el Anestesiólogo y en mutuo acuerdo te explicará ampliamente el procedimiento, que en la mayoría de los casos es Bloqueo Subaracnoideo con sedación, lo que hace a la cirugía más segura. En algunos otros casos se empleará anestesia general cuando por alguna razón se requiera.

Te podrás sentir con dolor de leve a moderado, dependiendo la sensibilidad de cada persona, pero éste se controlará bien con los medicamentos que se te indicarán. Durante la primera dos semana tendrás un poco de limitación para subir tus manos por arriba de tu cabeza. Algunas pacientes presentan una disminución o aumento de sensación en los pezones, esto es normal y generalmente temporal. La inflamación de tus mamas irá disminuyendo paulatinamente hasta los tres meses.

El tiempo de recuperación es variable, dependiendo de tu estado físico y las actividades que realices, con lo que podrías volver a tu vida normal y actividad laboral entre una a dos semanas después de la cirugía, sin cargar objetos pesados ni realizar esfuerzos ni ejercicio de 2 a 3 semanas.